Bienestar con Cannabis – Cannabidiol (CBD)
Desde el descubrimiento del Sistema Endocannabinoide (o SEC) en 1992, han surgido numerosos estudios enfocados en tratar de entender cómo las diferentes sustancias y moléculas encontradas en las plantas de marihuana y cáñamo interactúan con los cuerpos de las personas y animales.
Y es que este sistema, presente en todos los humanos y mamíferos; juega un papel importantísimo en una larga lista de procesos fisiológicos y cognitivos, regulando incluso procesos del sistema nervioso e inmune. No es de extrañarse que su estimulación a través de fitoCannabinoides (que son los cannabinoides encontrados en las plantas) traiga ciertos beneficios a la salud del cuerpo y mente, facilitando la autorregulación y la homeostasis.
Receptores del Sistema Endocannabinoide
Actualmente se conocen más de 113 cannabinoides propios de la planta, cada uno con propiedades y aplicaciones únicas, tanto en su forma aislada como en combinación sinérgica con otros cannabinoides y moléculas de la planta (el famoso efecto séquito).
Los 2 cannabinoides más estudiados, que a su vez son los que se encuentran de forma más abundante en los tricomas de las flores de marihuana y cáñamo, son el Δ9–THC (delta–9–tetrahidrocannabinol) y el CBD (Cannabidiol).
Beneficios de los Cannabinoides – Cannabidiol
El CBD es un cannabinoide que se extrae principalmente de las flores de cáñamo (que también es cultivado para obtener fibra) aunque también existen variedades de marihuana con altas concentraciones de CBD en sus flores. Se trata de una sustancia que actualmente está generando mucha curiosidad en la sociedad debido a sus recientes apariciones en campañas publicitarias masivas.
Al CBD se le atribuyen una serie de usos terapéuticos y medicinales gracias a sus propiedades ansiolíticas, antiinflamatorias, analgésicas, neuro protectoras e incluso, bajo el debido tratamiento especializado, propiedades antitumorales.
Las flores de cáñamo tienen altas concentraciones de CBD y muy poco de THC.
El CBD también actúa como auxiliar (y en ocasiones protagonista) en el tratamiento de trastornos como epilepsia, insomnio, artritis, psoriasis, diabetes, dolor crónico, adicciones, algunos tipos de cáncer (como complemento de quimioterapias), entre otras dolencias. También es empleado como alivio de síntomas secundarios relacionados a enfermedades como Alzheimer y Parkinson.
Su consumo y aceptación como medicamento alópata, tratamiento naturista, o bien como suplemento alimenticio, se ha popularizado gracias a que el CBD no tiene las mismas propiedades psicotrópicas que el THC, por lo que no altera el estado de consciencia de la misma forma (es decir, que no «pone”, no «pega” y no “eleva” como lo haría un cigarrillo de marihuana) y por lo tanto no se considera una sustancia peligrosa.
En vez de eso, consumir CBD usualmente brinda un sentimiento de relajación que ayuda a concentrarse más, dormir mejor y a superar o aminorar episodios de ansiedad.
Los goteros de tinturas de CBD son la presentación más popular.
Hoy en día, la forma más popular de consumir CBD es en goteros de aceites o tinturas orales de diferentes concentraciones. Esta presentación consta de un extracto de flores de cáñamo, realizado mediante procesos ya sean artesanales o industriales, que luego es diluido en una base de aceite o alcohol. La base de aceite puede ser desde simple aceite de oliva, aceite MCT de coco o palma, o bien aceite nano-emulsionado en laboratorio. El sabor y aroma puede ser neutro o bien contener saborizantes naturales o artificiales.
Otra presentación común son los comestibles infusionados con CBD. Se tratan de gomitas, dulces y bebidas dosificadas de forma que su consumo sea conveniente y versátil. Para quien prefiera controlar su dosis al estilo más medicinal, también existen pastillas y cápsulas orales.
Otra forma popular de consumir CBD es en extractos para vaporizar. Vaporizar CBD aumenta drásticamente la biodisponibilidad de los cannabinoides en el torrente sanguíneo, mejorando así su absorción en el cuerpo mediante dosis más pequeñas y de forma más inmediata comparándolo a su consumo oral (una o 2 caladas de CBD vapeable suele ser una dosis efectiva en la mayoría de los casos).
Las investigaciones más recientes sugieren la existencia de un Sistema Endocannabinoide cutáneo, es decir, que nuestra piel también cuenta con receptores del SEC y que estimularlos puede beneficiar la salud de la misma. Por esta razón, el CBD hoy es empleado como ingrediente clave en cremas tópicas para aliviar dolores o para cuidado general de la piel. Puesto que no se consumen directamente, untarse cremas que contienen cannabinoides en la piel no produce ningún efecto en el cerebro.
La piel puede beneficiarse del uso de cremas con cannabis y CBD
Sin importar la presentación, quienes deseen consumir CBD como parte de su rutina diaria de cuidado o bien como tratamiento para un padecimiento, deberán encontrar su dosis personal efectiva con ayuda de un especialista, terapeuta o médico de confianza; pues cada persona puede reaccionar diferente a diferentes dosis o a diferentes tipos de CBD (aislado, de amplio espectro, espectro completo o combinado con otros cannabinoides). Por eso es importante conocer los ingredientes y concentraciones exactas de los productos mediante certificados de análisis o cromatografías, solo así es posible medir y ajustar las dosis personal de forma efectiva para cada caso.
En México, hoy todos contamos con la libertad de usar productos con CBD como parte de nuestra rutina de autocuidado o bien como remedio alternativo a muchos malestares ya sean pasajeros o crónicos; siendo una molécula que aporta muchísimo a la liberación de la ilegalidad de planta y eliminación del estigma hacia los usuarios de cannabis.
Esperamos que el resto de los cannabinoides y compuestos de la planta de cannabis logren pronto la misma aceptación en la sociedad al hacerse más evidentes sus amplias aplicaciones y beneficios a la salud.
@carlbbl